¡Cámbiate a LED! Todo sobre el increíble ahorro al cambiarte a LED

La iluminación LED es la opción más acertada energéticamente, gracias a su baja emisión de calor y su aporte sostenible y ecológico.

Las bombillas LED carecen de filamentos o elementos de fácil rotura. No existe un punto en que cesen de funcionar, su degradación es gradual en su vida útil. Se considera que su duración es de entre 30.000 y 40.000 horas, lo que significa que su luminosidad está por debajo del 70% de los valores originales.

Mientras las bombillas vieja escuela de 50 Vatios que duran de 1000 a máximo 2000 horas (1 a 2 años aprox de duración), las bombillas LED pueden durar por más de 35.000 horas. Una bombilla LED encendida durante 12 horas al día puede durar más de 7 años.

Las bombillas LED transforman el 90% en luz y sólo el 10% en calor. Por eso su preferencia en las nuevas apuestas arquitectónicas, donde se busca protección del usuario y del medio ambiente.

LED significa bajo consumo de energía.

Las bombillas LED consumen 3 veces menos que una bombilla de bajo consumo convencional y 9 veces menos que una bombilla incandescente, esto conlleva un gran ahorro económico y una rápida amortización de la inversión.

Las bombillas LED son reciclables y ecológicas ya que no contienen mercurio, ni otros materiales tóxicos, que sí están presentes en lámparas fluorescentes, o CFL. Al hacer el cambio a LEDs, literalmente se puede ahorrar más en las facturas de energía.

Hay 2 cosas que hacen que la iluminación LED sea considerada la opción más ecológica y amigable con el medio ambiente:
1. El consumo de energía es muy bajo
2. La vida útil de las bombillas LED es considerablemente más larga

“Según este estudio del Informe Dept. de Energía de EE.UU. que compara el tipo de iluminación con el Impacto Ambiental del mismo se puede apreciar la clara diferencia de la Iluminación LED comparada a la tradicional”

En este informe se evalúan el consumo de energía, tiempo de vida útil, el impacto medioambiental de la fabricación, la eliminación de residuos y el impacto ambiental de las sustancias peligrosas que se utilizan en el montaje de luminarias LED, lámparas fluorescentes compactas y las bombillas incandescentes.

Los resultados tuvieron en cuenta la energía necesaria para la fabricación de la lámpara, transportarla, encender el dispositivo durante 20.000 horas y luego deshacerse del aparato.

Aunque el consumo de energía es algo a considerar, la buena selección de la tecnología de iluminación para minimizar el impacto ambiental es clave y hay otros criterios que deben ser examinados. Por ejemplo, la fabricación y la eliminación de una tecnología de iluminación que tienen un impacto sobre los recursos naturales y el ecosistema y deben por lo tanto ser tenidos en cuenta.

Esta es también la razón principal por la cual muchos gobiernos están exigiendo la eliminación de las bombillas incandescentes de uso doméstico. El encendido y apagado de las bombillas LED es instantáneo, y a diferencia de otros sistemas no se degrada por el número de encendidos; lo que los hace muy útiles en sistemas de apagado y encendido por pulsador o detección de movimiento.

En la Figura 1, Han comparado la iluminación LED en el año 2017, hay que tener en cuenta que nuevas mejoras son muy probables en la fabricación de LEDs, rendimiento y tecnología electrónica de controladores para entonces.

A partir de la figura, se puede observar que la tecnología LED y CFL tienen un impacto mucho menor por unidad que las bombillas incandescentes.
Con los LED RGB, rojo, verde y azul se pueden obtener diferentes colores con la misma lámpara sin la necesidad de filtros, permitiendo variaciones de colores e intensidades de forma instantánea.

Las lámparas LED son mucho más resistentes a los golpes, e incluso aquellas que poseen un bulbo de cristal pueden seguir funcionando si este se rompe.

Debido a las escasas emisiones de UV y luz infrarroja son adecuadas para la iluminación de materiales sensibles al calor. Por otra parte, debido a las bajas emisiones de UV atraen menos insectos.